El pueblo de La Calahorra ha celebrado sus fiestas grandes en honor a su Patrón San Gregorio Nacianceno, desde el 6 al 13 de mayo. Han sido muchos los actos de culto en su honor: bajada de su ermita, solemne Triduo, procesiones y la celebración de la Eucaristía el día grande de la fiesta.
Este año, la Hermandad Sacramental de Nuestra Señora del Rosario y San Gregorio Nacianceno, encargada de organizar las celebraciones en su honor, pensó, tras la lectura de un pasaje de los escritos del santo, que la Caridad nos urge. Y pensaron que en la ofenda floral que cada año realizan al patrón, este año se podían llevar también alimentos no perecederos para que Cáritas Diocesana los reparta entre los más necesitados. Y así lo hicieron y todos los vecinos de La Calahorra han respondido con generosidad.
El pasaje de San Gregorio Nacianceno en el que inspiró la Hermandad para realizar tan original iniciativa era éste:
"Si gozas de salud y eres rico, alivia la necesidad de quien está enfermo y es pobre; si no has caído, ayuda a quien ha caído y vive en el sufrimiento; si estás alegre, consuela a quien está triste; si eres afortunado, ayuda a quien ha sido mordido por la desventura. Demuestra a Dios tu agradecimiento por ser uno de los que pueden hacer el bien, y no de los que necesitan ayuda... No seas rico sólo en bienes, sino en piedad; no sólo en oro, sino también en virtud, o mejor, sólo en esta. Supera la fama de tu prójimo teniendo más bondad que todos; conviértete en Dios para el desventurado, imitando la misericordia de Dios".
Así, la ofrenda floral, que cada año se hace la tarde del viernes de las fiestas, ha tenido una mayor hondura espiritual y humanitaria, puesto que junto a las flores naturales había también flores solidarias de kilos y kilos de alimentos para los más necesitados.
La iniciativa ha gustado al pueblo entero y los cristianos de La Calahorra han sabido responder con generosidad y haciendo vida lo que decía su patrón san Gregorio Nacianceno.
Desde la Hermandad, agradecen a todos su colaboración y se felicitan porque, como decía San Gregorio, “ésta es la única salvación para nuestra carne y nuestra alma: la caridad para con ellos".
Fuente: Ideal.es
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