El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, salió al paso de la polémica mediática sobre los nombres extraños que algunos padres eligen para sus hijos, y alentó a los progenitores a "buscar aquellos nombres que pueden servirle al chico también de orientación para su vida cristiana".
Luego que la conocida actriz Natalia Oreiro hiciera un comentario despectivo sobre los nombres comunes como "José" en su defensa del extravagante nombre que eligió para su recién nacido, al que llama "Merlín Atahualpa", el Arzobispo recordó en su programa televisivo "Claves para un Mundo Mejor", que "el asunto encierra una cuestión pastoral que me parece de máxima urgencia: tenemos que promover el uso de nombres cristianos".
"Las modas –sobre todo las mamás suelen ser muy sensibles a las modas- hacen que se les ponga a los chicos nombres extraños, extravagantes. Se impone una onda indigenista por allí o surge una tendencia esotérica, o se difunde el nombre del protagonista de la novela que se está viendo en esos días o de la artista o del futbolista que en ese momento brilla más. Pero aquí hay una cuestión clave: el nombre no es poca cosa, una palabra que suena más o menos armoniosa", explicó.
El Arzobispo señaló que "el nombre designa a una persona y se identifica con ella. El nombre define a la persona de alguna manera. Entonces hay que buscar aquellos nombres que pueden servirle al chico también de orientación para su vida cristiana".
"Yo estoy sugiriendo últimamente que si se trae al Bautismo un bebé al cual le han puesto un nombre que no es cristiano, que se les sugiera a los papás que añadan como nombre de Bautismo un nombre cristiano. O bien más adelante, cuando el chico va a recibir el Sacramento de la Confirmación con el que se completa la iniciación cristiana, se le presente la oportunidad de añadir un nombre cristiano", agregó.
Mons. Aguer, subrayó que "estas cosas no son insignificantes, tienen que ver con la posibilidad de que la realidad del cristianismo se haga visible en la sociedad, a través de la cultura vivida de la gente".
Los dichos de Oreiro
Debido a la elección de nombres tan inusuales, Oreiro recibió algunas críticas. "En la respuesta a las críticas esta señora se descolgó con una lamentable discriminación. Defendiendo los nombres que le había puesto a su hijo (obviamente, tiene el derecho de ponerle el nombre que quiera) dijo que si el papá del bebé fuera verdulero y ella un ama de casa lo hubiera llamado José".
"A mí me sonó discriminatorio, no sólo contra los verduleros y las amas de casa. ¡Ojalá haya en la Argentina muchos verduleros y muchas amas de casa que tengan muchos niños y que les pongan de nombre José! Me resultó discriminatorio también por lo que el nombre José significa para nosotros, los católicos", añadió.
"Como es sabido, José es el nombre del esposo de la Santísima Virgen y padre nutricio de Jesús, el Hijo de Dios. Digamos de paso que hay 16 personajes bíblicos que se llaman José y que el significado etimológico es bellísimo. José significa "el Señor añada". Es decir que el Señor añada nuevos hijos, que agregue otros hijos al recién nacido. Ese nombre es una aspiración a la vida, un canto a la vida", explicó.
"En este orden de cosas, lo que a mí me preocupa más es que muchas familias, muchos padres que se consideran cristianos, no ponen a sus hijos nombres cristianos. Eso lo puede advertir cualquier sacerdote cuando recibe a una familia que quiere bautizar a su bebé: padres cristianos que no ponen a sus hijos nombres cristianos". (ACI/EWTN)
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