Clamor unánime contra la norma que exige a los hospitales católicos suministrar anticonceptivos
En una iniciativa con pocos precedentes en Estados Unidos, los párrocos católicos leyeron el domingo una carta abierta al presidente Obama, en la que protestan enérgicamente contra la norma que exige a los hospitales católicos del país suministrar métodos de planificación familiar a sus empleadas.
El decreto firmado el pasado 20 de enero por la Administración Obama exige a todos los hospitales, también a los pertenecientes a instituciones religiosas, que ofrezcan a sus empleadas servicios anticonceptivos que incluyan también la esterilización. El gobierno demócrata enmarca esa norma en su campaña para «reducir el número de abortos y de embarazos no deseados».
La decisión ejecutiva fue criticada hace días con dureza por parte de la Conferencia Episcopal norteamericana, que consideró que vulnera las conciencias de los católicos y las normas constitucionales de libertad religiosa. Para despejar cualquier duda sobre su ánimo belicoso en la materia, los obispos repartieron una carta que fue leída en las homilías dominicales. Casi la cuarta parte de los norteamericanos son católicos (alrededor de 68 millones), y su cumplimiento del precepto dominical es superior al europeo.
El enfrentamiento abierto de Obama con la jerarquía católica se produce en pleno año electoral, y en torno a una polémica cuestión -el aborto- que vuelve a convertirse en uno de los grandes caballos de batalla junto a la economía.
ABC /Francisco De Andrés
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