Mientras los Obispos se encontraban reunidos en su Asamblea plenaria anual la mañana del 27 de enero la Iglesia guatemalteca se vistió de luto por el asesinato del sacerdote David Donis Barrera, perteneciente a la comunidad del Santa Rosa, que viajaba con el sacristán de la Parroquia de La Sagrada Familia, Vicente Donis Barrera que resultó ileso.
El padre David brutalmente asesinado en el kilómetro 52 de la carretera entre la frontera con El Salvador acababa de celebrar la Santa Misa, y se dirigía a la ciudad de Guatemala.
Vicente Donis, sacristán de la parroquia, quien viajaba junto con el religioso, relató que después de que el sacerdote ofició una misa en Oratorio, se dirigían a la capital a recoger un vehículo que había sido reparado, pero en el kilómetro 53.5, otro vehículo se les atravesó en forma repentina y tuvieron un leve choque.
Agregó que el párroco se detuvo unos 300 metros adelante del lugar de la colisión, para conversar con los ocupantes del otro vehículo, pero estos lo insultaron y luego se fueron.
Según el sacristán, el sacerdote se subió a su vehículo para continuar el camino, pero en el km 52, los hombres los alcanzaron y les dispararon.
El párroco fue disparado en el tórax, por lo que detuvo la marcha, y murió pocos minutos después.
Conmoción por crimen
Monseñor Bernabé Sagastume, obispo de Santa Rosa, lamentó el crimen y dijo que era preocupante que un hecho insignificante motive el privar de la vida a una persona.
Señaló que en el país se vive una cultura de muerte y que todas las personas deberían velar por la vida y la paz, y respetarlas.
Sagastume exigió que se investigue el caso y que ojalá las autoridades capturen a los autores del crimen.
El feligrés Raúl Lemus comentó que el sacerdote era una persona amistosa y cariñosa con toda la gente, y para los católicos es doloroso lo que ocurrió.
El sacerdote Donis era originario de Nueva Santa Rosa y prestó servicio durante 40 años en diferentes comunidades del país.
Vicente Donis, sacristán de la parroquia, quien viajaba junto con el religioso, relató que después de que el sacerdote ofició una misa en Oratorio, se dirigían a la capital a recoger un vehículo que había sido reparado, pero en el kilómetro 53.5, otro vehículo se les atravesó en forma repentina y tuvieron un leve choque.
Agregó que el párroco se detuvo unos 300 metros adelante del lugar de la colisión, para conversar con los ocupantes del otro vehículo, pero estos lo insultaron y luego se fueron.
Según el sacristán, el sacerdote se subió a su vehículo para continuar el camino, pero en el km 52, los hombres los alcanzaron y les dispararon.
El párroco fue disparado en el tórax, por lo que detuvo la marcha, y murió pocos minutos después.
Conmoción por crimen
Monseñor Bernabé Sagastume, obispo de Santa Rosa, lamentó el crimen y dijo que era preocupante que un hecho insignificante motive el privar de la vida a una persona.
Señaló que en el país se vive una cultura de muerte y que todas las personas deberían velar por la vida y la paz, y respetarlas.
Sagastume exigió que se investigue el caso y que ojalá las autoridades capturen a los autores del crimen.
El feligrés Raúl Lemus comentó que el sacerdote era una persona amistosa y cariñosa con toda la gente, y para los católicos es doloroso lo que ocurrió.
El sacerdote Donis era originario de Nueva Santa Rosa y prestó servicio durante 40 años en diferentes comunidades del país.
Guatemala, con 14,3 millones de habitantes y un promedio de 16 asesinatos diarios, es uno de los más violentos del Latinoamérica. En 2011 fueron asesinadas unas 6.000 personas.
(Radio Vaticano / RV - PresnsaLibre.com)
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