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martes, 14 de febrero de 2012

AUTORIDADES ISLÁMICAS DE LA ISLA DE SUMATRA PROHIBEN QUE UN HOMBRE Y UNA MUJER PASEEN DE LA MANO



Los enamorados en Aceh se tendrán que citar hoy a escondidas o en cualquier otro lugar de Indonesia para celebrar su amor, puesto que San Valentín ha sido declarado "haram" (prohibido) por las autoridades islámicas de esa provincia.

La típica cena de enamorados, las rosas rojas, los arrumacos y las sorpresas románticas no tendrán lugar en Aceh, la zona más conservadora de Indonesia, situada en la isla de Sumatra.


La "sharia" (ley islámica) rige este antiguo sultanato desde hace una década y cada año centenares de personas son condenadas por infracciones morales por los tribunales islámicos a castigos físicos, como azotes o latigazos, en la cruzada emprendida contra la promiscuidad, el adulterio y las modas extranjeras.


Los guardias de la moral escrutan calles y plazas, rebuscan en los rincones más ocultos y se adentran en las playas para inculcar la decencia entre la juventud, aún más en el Día de los Enamorados.


Están prohibidas las caricias públicas, que un hombre y una mujer se sienten juntos o paseen de la mano, tampoco tienen el visto bueno de las autoridades el alcohol, las apuestas o los vestidos indecorosos o sugerentes. "El día de San Valentín se asocia con expresiones desmedidas de amor y sexo entre personas solteras y esto está prohibido en el islam", defendió Muslim Ibrahim, máximo responsable del Consejo Consultivo de los Ulemas de Aceh.


Ibrahim urgió a los musulmanes a "no copiar lo que hacen los otros, ya que el islam tiene sus propias costumbres y celebraciones". La estricta posición de los ulemas ha encontrado un amplio respaldo en las autoridades políticas de la provincia y prohibieron esta festividad que, en su opinión, imita ciegamente los hábitos de Occidente.


"Hemos decidido vetar San Valentín porque no festeja el amor del modo que nos gustaría", afirmó Illiza Sa'aduddin, portavoz del Ayuntamiento de Banda Aceh, la capital provincial.


Sa'aduddin indicó que las mezquitas y las escuelas instruirán a la población acerca del origen cristiano de esta conmemoración para que sepan las razones por las que los musulmanes no deben sumarse a los ritos del Día del amor.


Según algunas leyendas, San Valentín fue un sacerdote mártir que casaba en secreto a parejas de jóvenes enamorados en el siglo III, aunque se desconoce si este personaje realmente existió y quién era.


En el resto de Indonesia, la fiesta de los románticos es legal y animada por los comerciantes.


Los hoteles ofrecen veladas íntimas, los centros comerciales promocionan los regalos más tiernos para ganarse el corazón de las parejas y los cines cuentan con ofertas para los tortolitos.


No obstante, en los últimos días se produjeron protestas similares a las de Aceh en otros puntos del archipiélago. En Sukabumi, una localidad del oeste de la isla de Java, decenas de integrantes de movimientos islámicos criticaron la efeméride e instaron al gobierno local a prohibirla. "Esta tradición da a las parejas solteras una excusa para enrolarse en actividades que violan la moralidad y que destruyen a la religión y a la sociedad", denunció Dadun Abdul, uno de los manifestantes.


Abdul instó al Ejecutivo a desalentar aquellos que festejen San Valentín e incluso a lanzar una contracelebración en forma de plegaria multitudinaria en la misma fecha. Sin embargo, la influencia de la religión merma especialmente entre la juventud de las grandes urbes, que acogen el Día de San Valentín como "una oportunidad para emular las películas sensibleras de Hollywood", según Krishna Trinayo, una joven estudiante de Yakarta.


Trinayo admitió que celebra la fecha con sus amigos, aunque reconoció que "si supusiese una interferencia con la religión, no lo haría".









Fuente: La Razón /Efe

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