Como todos los lectores saben, el icono mariano de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es una copia de la Salus Populi Romani, tan venerada por el pueblo de esta capital, que se encuentra en la basílica de Santa María la Mayor. Pero María, también por voluntad del beato Juan Pablo II acompaña a los jóvenes universitarios del mundo, en una peregrinación similar, pero no siempre coincidente, a la de la JMJ, en otra advocación, la Sedes Sapientiae, un icono moderno, cuyo autor es Marko Rupnik.
El icono de la Sedes Sapientiae --realizado por el artista y sacerdote jesuita esloveno Marko Rupnik, autor también del mosaico de la capilla Redemptoris Mater, en la II Logia del Palacio Apostólico del Vaticano- fue el regalo que el beato Juan Pablo II hizo, el 10 de septiembre de 2000, a los universitarios, con motivo del Jubileo del mundo de la Universidad.
El icono de la Sedes Sapientiae acaba de volver a Roma, después de la visita que hiciera a las universidades españolas, en preparación a la vigésimo sexta JMJ de agosto de 2011 en Madrid. Al concluir el rezo de Vísperas con los universitarios de Roma, presidido por Benedicto XVI, este 15 de diciembre, la delegación universitaria española entregó el icono a los estudiantes de la Universidad La Sapienza, el primer centro académico que recibe esta peregrinación mariana, que seguirá en las demás capellanías universitarias romanas, y que concluirá con el Simposio Internacional de Docentes Universitarios en Roma, en junio del año 2012.
El icono de María, Salus Populi Romani estuvo presente en Tor Vergata, en Roma, en agosto de 2000, y Juan Pablo II lo entregó a los jóvenes con estas palabras: “A la delegación que ha venido de Alemania le entrego hoy también el icono de María. De ahora en adelante, juntamente con la Cruz, este icono acompañará las Jornadas Mundiales de la Juventud. Será signo de la presencia materna de María junto a los jóvenes, llamados, como el apóstol san Juan, a acogerla en su vida.” (Angelus, XVIII Jornada Mundial de la Juventud, 13 de abril de 2003).
El 3 de marzo de 2001, el mismo papa pronunciaba esta palabras sobre la Sede Sapientiae: “Saludo con afecto a los universitarios de Roma que, como ya es tradición, han animado este encuentro mariano al inicio de la Cuaresma (...). Queridos hijos e hijas, tenéis con vosotros el icono de la Sedes Sapientiae, que he tenido el gozo de entregar a las universidades de todo el mundo el pasado mes de septiembre”.
María acompaña, por deseo del papa Wojtyla, a los jóvenes de todo el mundo en dos advocaciones de larga tradición. Su entrega por el beato Juan Pablo II a las futuras generaciones se produjo con poca diferencia en el tiempo. El que invoca a María como Salud, acompaña a todos los jóvenes del planeta –trabajadores, estudiantes, y hasta generación ni-ni--, el segundo, que invoca a la Sede de la Sabiduría, a aquellos que se empeñan en el estudio académico, también a nivel global.
(Zenit/Nieves San Martín)
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