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viernes, 18 de noviembre de 2011

EL CUENTO DEL HOSTELERO Y LA CRISIS ECONÓMICA

La circulación del dinero es tan importante como su abundancia. Lo resumimos con un cuento: un hotel de un pequeño pueblo recibe la visita de un cliente que se interesa por una habitación con buenas vistas. El hostelero le ofrece una de la última planta y el cliente potencial le pide verla para comprobar si le convence. Para que no desconfíe de su interés, deja 100 euros en depósito. Mientras el visitante contempla el paisaje, el hostelero decide saldar su deuda con el carnicero con esos 100 euros. El carnicero, que no esperaba recibir tan pronto esa suma, recuerda que a su vez debe 100 euros al pintor que adecentó su local.
¿Qué está pasando ahora? Que en mitad de esa cadena, uno de los agentes deposita su dinero en un banco y este, en vez de ponerlo de nuevo en circulación en forma de crédito, lo mete en la caja fuerte para reforzar su solvencia. "Ha disminuido mucho la velocidad de circulación del dinero porque los bancos están necesitados de liquidez y eso hace que no fluya el crédito", explica Manuel Romera, director del Sector Financiero de IE Business School. Y aporta un dato que no requiere de más explicaciones: en el año 2007, bancos y cajas españoles concedían nueve de cada diez créditos solicitados; hoy es solo uno de cada cuatro.


Es decir, que es la pérdida de confianza y la necesidad de recapitalizar la banca lo que está detrás de la contracción del dinero no fiduciario. "El incremento de capital de las entidades financieras, exigido por las autoridades monetarias, tiene el efecto de reducir la capacidad de crédito", reconoce Miguel Cardoso, economista jefe en España de BBVA Research, quien añade que los recelos sobre la banca nacional no se deben a la deuda soberana sino más bien "a lo que costará arreglar la crisis de las cajas".


Un problema de origen conocido: la disponibilidad de dinero en grandes sumas y a muy bajo precio llevó a familias, empresas y administraciones a un endeudamiento excesivo, que reventó con la crisis inmobiliaria. Ahora hay que devolver los créditos y buena parte del dinero que puedan captar las entidades financieras -a un alto precio, dada la 'prima de riesgo'- debe destinarse a atender esos compromisos. Otra cifra que por sí sola es muy explicativa: en los próximos seis meses, España debe refinanciar 84.000 millones de euros.


Moderación europea


Si el dinero escasea, ¿solucionaría algo poner más billetes en circulación? El Banco Central Europeo lo ha hecho con moderación, "pero no ha sido suficiente para recuperar el crédito", a juicio de Cardoso.

La Reserva Federal de EE UU, en cambio, ha puesto a funcionar a buen ritmo la máquina de producir billetes, de manera que hay muchos más dólares en el mundo ahora que hace tres años. Ello, advierte Romera, tiene un peligro: cuando la crisis termine habrá que hacer frente a un problema distinto, la inflación. Y no solo en EE UU sino en todo el mundo, porque dos de cada tres dólares están fuera del país.
 
 
Pero eso es como pensar en el riesgo de llegar a tener colesterol alto si apenas prueba la comida. No parece un problema que hoy por hoy agobie a nadie. Es imposible preocuparse por un hipotético horizonte, donde de nuevo no sepamos qué hacer con demasiado dinero, cuando la realidad es que la caja está vacía. Hay quien se lo ha llevado a otro sitio y el resto prefiere no darle salida... por lo que pueda pasar.


Según el Banco de España, la suma de los billetes y monedas en circulación ha pasado de algo más de 87.000 millones en el verano de 2008 -cuando muchos mortales aún creían en el mito de la prosperidad ilimitada- a poco más de 73.000 a día de hoy. Es decir, una parte no menor del dinero, tanto físico como bancario, ha abandonado el territorio español atemorizado por la crisis y la falta de confianza.












Texto extraído de ABC/ César Coca

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