El Congreso «Católicos y Vida Pública», que se celebra el próximo fin de semana, denuncia la persecución a cristianos en Oriente y su «hostigamiento» en Occidente
«El totalitarismo moderno es sin “gulags” ni campos de concentración; es de terciopelo, sutil, hostil a toda religión y aún más contra el catolicismo», explicó ayer Raúl Mayoral, director general de la Fundación San Pablo CEU, al presentar el Congreso «Católicos y Vida Pública», que este año se dedica a «Libertad religiosa y Nueva Evangelización».
El congreso analizará la falta de libertad religiosa en muchos países. El sábado por la mañana, por ejemplo, hablará el cristiano libanés Raad Salam Naaman, especialista en filología árabe y estudios islámicos y «exiliado». Con él dará su testimonio «una persona de un país de Oriente que ha sufrido y está sufriendo persecución», y cuyo nombre la organización no difunde por razones de seguridad. En el momento de las ponencias breves, Javier Menéndez Ros, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, hablará de «El valor de la oración para los que no viven su fe con libertad», Nicolás Rodríguez Castellano tratará de «China y la libertad religiosa en el siglo XXI» e Ignacio Saavedra Inaraja, de un caso positivo: «Tailandia, un oasis de libertad para los católicos». En estos congresos (ésta es su décimotercera edición) a cada mesa redonda le sucede una docena de ponencias breves, que multiplican la participación.
«La falta de libertad religiosa no sólo afecta a los católicos», lamentó el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (AC DP), Carlos Romero. «Esa persecución es visible en muchos países, pero está muy poco publicitada. En España, en cambio, aunque no hay persecución de forma explícita, sí se da, como dijo el Papa, una discriminación hacia los creyentes y sus símbolos, de formas más silenciosas».
Raúl Mayoral especificó que «aquí se da cierto menosprecio y hostigamiento hacia lo católico; los medios de comunicación y el poder han intentado hacer de la religión católica una cuestión controvertida». En esa línea, el viernes por la tarde se celebrarán tres mesas redondas simultáneas. En la primera se hablará de los «nuevos derechos», que no son los de la Declaración de Derechos Humanos, sino incorporaciones modernas como el llamado «derecho al aborto» o el matrimonio del mismo sexo. En la segunda, se tratará sobre «Laicidad y laicismo» y en la tercera de «Libertad y conciencia», con temas relacionados con la defensa de la vida y la objeción de conciencia ante las leyes injustas.
En la tarde del sábado los congresistas tendrán que elegir entre una mesa sobre «Religión, familia y mundo educativo», otra sobre «Ética y economía» y otra sobre «Cultura y comunicación», con la presencia de Marta Lago, responsable de la edición en español de «L’Osservatore Romano», la que los lectores de LA RAZÓN pueden leer cada domingo.
Noche joven
El viernes, a partir de las diez de la noche, tiene lugar la «Noche Joven», que tratará de los «Ecos de la JMJ». El año pasado participaron en ella unos 300 jóvenes.
Debido a las elecciones, en esta edición el congreso sólo organiza un acto el domingo: la misa de clausura con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
Vía estética para «no creyentes»
José Francisco Serrano, director del congreso, quiso destacar el espectáculo «Ecos de Dios», el sábado a las 8 de la tarde en el Aula Magna de la Universidad San Pablo CEU. Combinando la poesía de grandes autores españoles o bíblicos, siete piezas corales de música sacra interpretadas por un gran coro y con imágenes de arte visual, se ofrecerá «una vía abierta al diálogo con los no creyentes que buscan la trascendencia a través de la perspectiva de la vía estética», según Serrano. Además, los niños y pre-adolescentes (suelen ser unos 200) contarán con su propio congreso infantil y juvenil.
La razón /CSP
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