La iglesia de San Juan Bautista de Tarragona ha sido el primer templo católico de Cataluña en adaptarse al aumento de las incineraciones de difuntos y ha inaugurado este fin de semana un columbario donde los feligreses que lo deseen podrán depositar las cenizas de sus familiares. Esta iniciativa, que también se está preparando en la iglesia de Sant Joan de Reus, se ha hecho a través de la empresa GIEM, que ha bautizado el proyecto como Espacio Memorial y que se ha construido en la cripta de la iglesia, aprovechando las obras de rehabilitación y mejora que se han desarrollado en los últimos meses en el edificio.
En total, el columbario ofrece espacio para depositar 270 urnas, que se distribuyen entre un módulo individual (con 216 urnas) y uno de tipo familiar (con espacio para 64 urnas). El recinto se ha decorado, además, con una reproducción de los frescos del pintor Anton Catalán Gomis que decoran la capilla de la Virgen del Rosario de Valls.
El rector de la parroquia de San Juan de Tarragona, Jordi Figueras, destacó como la incorporación de este espacio representa la recuperación de la tradición de enterrar a los feligreses en el interior de su parroquia, una práctica que desapareció durante el siglo XIX. "Los feligreses ven con buenos ojos", aseguró el sacerdote. El pasado domingo ya se depositaron los restos del primer difunto que descansarán en el nuevo columbario.
El Punt
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