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martes, 8 de noviembre de 2011

BENEDICTO XVI HACE UN LLAMAMIENTO PARA ACABAR CON LA PROSTITUCIÓN Y LA PORNOGRAFIA EN INTERNET


Benedicto XVI ha afirmado que "ha llegado el momento de parar enérgicamente la prostitución" y "la vasta difusión de material pornográfico y erótico en Internet", durante el discurso dirigido al nuevo embajador ante la Santa Sede de la República Federal Alemana, Reinhard Schweppe.

Además, el Papa ha destacado que "cada persona, sea hombre o mujer" está destinado "a ser para el otro" por lo que "una relación que no tenga en cuenta el hecho de que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad representa una falta grave".

Según ha explicado Benedicto XVI, las tendencias "materialistas y hedonistas" han provocado la difusión "de este tipo de discriminación contra la mujer" sobre todo "en el mundo occidental".


Dignidad humana



Por otra parte, el Papa ha afirmado que "sólo una sociedad que respete y defienda incondicionalmente la dignidad de la persona, desde su concepción hasta la muerte natural puede llamarse humana".

En este sentido, el Pontífice ha destacado que los hombres "no son los que pueden juzgar" si un individuo "es ya persona o es todavía persona" en referencia a las leyes del aborto o la eutanasia y ha recordado que "aún menos" compete a los hombres "el derecho de manipular al ser humano, o por decirlo así, de 'hacer' al ser humano".

Asimismo, el Papa ha destacado que si una sociedad "decidiera seleccionar a sus miembros, necesitados de tutela y excluir a las personas del 'ser' personas" esta comunidad "se comportaría de una forma profundamente inhumana y también no creíble respecto a la igualdad de la dignidad de las personas en cualquier estado de vida".

Así, Benedicto XVI ha subrayado que "si la Santa Sede opina sobre la legislación de cuestiones fundamentales" relativas a la dignidad de la persona, "no lo hace para imponer indirectamente su fe a los demás, sino para defender valores que son evidentes para todos, en cuanto atañen al ser persona".

Durante su discurso, el Papa ha señalado que "muchos contemporáneos leen la influencia del cristianismo" como una aportación "de una determinada cultura y de una forma de vida" a la sociedad. Según ha declarado Benedicto XVI, esta concepción "no es errada pero no ofrece una comprensión total de lo que es la Iglesia Católica".

Precisamente, el Pontífice ha recordado que la Iglesia "tiene la certeza" de haber formado "no solamente comunidades culturales, de diversas formas y en diversos países" sino de haber sido formada "también por las tradiciones de cada una de esas naciones".

Benedicto XVI ha recordado también que la Iglesia "es consciente de conocer, a través de su fe, la verdad sobre el ser humano y de estar, en consecuencia, obligada a comprometerse en la defensa de los valores que son universalmente válidos, independientemente de las culturas".

Además, el Pontífice ha destacado que "afortunadamente, una parte fundamental de esos valores humanos generales han pasado a ser derecho positivo en la Constitución alemana de 1949 y en la Declaración de los Derechos Humanos después de la Segunda Guerra Mundial".

Sin embargo, según ha precisado el Papa, algunos de los valores fundamentales "se vuelven a poner en discusión y son valores que defienden la dignidad del ser humano como tal". "Es aquí donde la Iglesia reconoce el deber, más allá del ámbito de la fe, de defender en la sociedad, la verdad y los valores que corren peligro" ha concluido.









La Razón

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