El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, celebró ayer por la tarde una misa conmemorativa en la basílica de la Sagrada Familia. Bajo el majestuoso bosque de columnas repleto de autoridades, representantes de la sociedad civil catalana y feligreses, Martínez Sistach llamó a la evangelización de la Iglesia.
Autoridades y sociedad civil
El acto litúrgico contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su esposa, Helena Rakosnik; la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; el conseller de Benestar Social i Familia, Josep LLuís Cleries; el candidato de CiU a la presidencia, Josep Antoni Duran Lleida; y el candidato del PP por Barcelona, Jorge Fernández Díaz, entre otros.
También acudieron el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, y el presidente de la Cambra de Comerç, Miquel Valls.
Martínez Sistach, que estuvo acompañado del nuncio Apostólico de España, Renzo Fratini, y de una amplia representación de autoridades eclesiásticas, agradeció a Benedicto XVI «su visita, su afecto y el mensaje que dejó y que ha orientado el Plan Pastoral de la Archidiócesis». En su homilía, el cardenal arzobispo de Barcelona resaltó que «la conmemoración de la dedicación de la basílica de la Sagrada Familia nos ayuda a tomar mayor conciencia de ser todos nosotros piedras vivas de la Iglesia».
«Ser piedras vivas de la Iglesia contribuye a que las comunidades sean un clamor evangelizador que anuncien a Jesucristo a todas las personas y les propicien un encuentro personal con él», resaltó Martínez Sistach, que recordó en varios momentos las palabras de Benedicto XVI durante su viaje a Barcelona. «En esta basílica Benedicto XVI nos dijo: “Apoyados en esa fe, busquemos juntos mostrar al mundo el rostro de Dios, que es amor. Esa es la gran tarea, mostrar a todos que Dios es Dios de paz y no de violencia, de libertad y no de coacción, de concordia y no de discordia”», rememoró.
La Escolanía de Montserrat, la Coral de Sant Jordi y el Cor Jove fueron los encargados de poner voz a los cánticos de la misa en la que Martínez Sistach revivió la comunión eclesial que se pudo experimentar en la dedicación de la basílica. «Disponemos de una basílica que acoge a millones y millones de personas de todo el mundo, creyentes y no creyentes, y con la celebración del culto y la contemplación de su belleza puede llevar a muchos hombres y mujeres hacia la suma Belleza, hacia Dios», dijo.
Haciendo referencia a la visita del Papa, el pasado 7 de noviembre de 2010, al centro de niños discapacitados «Nen Déu», Martínez Sistach llamó a la solidaridad «como expresión del amor y la fe cristiana». De este modo, recordó las palabras de Benedicto XVI durante su visita a este centro social en las que pedía «seguir socorriendo a los más pequeños y menesterosos, dándoles lo mejor de vosotros mismos».
Martínez Sistach, que celebró también el cincuenta aniversario de su ordenación, agradeció a Dios sus bodas de oro sacerdotales, así como la de otros hermanos del mismo curso. De este modo, aprovechó para hacer un llamamiento a las vocaciones sacerdotales. «Os pido a las comunidades parroquiales que invitéis a los jóvenes para que estén atentos a la llamada del Señor y sean generosos si los invita a entregar su vida radicalmente al servicio de la Iglesia», resaltó.
Felicitaciones del Vaticano
Con motivo del jubileo de oro de su sacerdocio y del veinticinco aniversario de su consagración episcopal, Martínez Sistach ha recibido estos días las felicitaciones y bendiciones del Santo Padre así como del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarciso Bertone.
«Continúe alimentándose de la divina palabra, de la oración ferviente y de la gracia de los Sacramentos, de modo que sean cada vez más los que se sientan animados a dar un valiente y fiel testimonio de caridad fraterna, en particular hacia los más necesitados», escribe el cardenal Bertone en su carta. (La Razón)
CSP
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