Benedicto XVI saludó este miércoles a Jessica Cox, joven de 28 años de Arizona, nacida sin brazos, protagonista de empresas humanas como la de ser piloto de aviones o campeona de Taekwondo.
Precisamente con los pies regaló al papa una medalla oficial del Guinness de los Records que atestigua su empeño tenaz por testimoniar "el valor de la vida" siempre y todas las condiciones.
Utilizando únicamente los pies, Jessica ha aprendido a pilotar aviones, conducir coches, tocar el piano, y realizar todos los gestos de la vida diaria. En el deporte, es cinturón negro de Taekwondo.
"Es un estilo de vida con el que trato de contagiar a los jóvenes que viven en la desesperación y sin valores auténticos", declaró este miércoles en la plaza de San Pedro Jessica, según recoge la edición en italiano de "L'Osservatore Romano.
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