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viernes, 4 de marzo de 2011

CARDENAL CAÑIZARES: "¡CUÁNTAS MISAS CELEBRADAS DE CUALQUIER MANERA!



El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Antonio Cañizares, afirmó que se está viviendo "una situación dramática caracterizada por el olvido de Dios", que exige recobrar para la liturgia el lugar que le corresponde en la vida de los cristianos.



"¡Cuánta rutina y mediocridad, cuánta trivialización y superficialidad se nos ha metido!; ¡cuántas misas celebradas de cualquier manera o participadas en cualquier disposición!; de ahí nuestra gran debilidad", expresó el Purpurado el 25 de febrero a la revista española Vida Nueva.


El Cardenal afirmó que el Concilio Vaticano II puso a la sagrada liturgia "en el centro de la vida y misión de la Iglesia". Sin embargo, cuestionó si se puede afirmar "que todo lo que se ha hecho y hace es la renovación querida por el Concilio".



"¿El pueblo de Dios, fieles y pastores, vive de verdad de la liturgia, está en el centro de nuestras vidas? ¿Se han enseñado y asimilado las enseñanzas conciliares, se ha mantenido una fidelidad a las mismas, o se las ha interpretado correctamente en la clave de la continuidad que pide el Papa?", preguntó.


En el diálogo, el Cardenal Cañizares recordó que la liturgia es ante todo obra de Dios "y que nada se puede anteponer a ella. Solo Dios, la 'revolución de Dios', Dios en el centro de todo, podrá renovar y cambiar el mundo".

 

 

Reestructuración del dicasterio


En otro momento de la entrevista, el Cardenal Cañizares explicó que entre los proyectos inmediatos de la Congregación está "la reestructuración del dicasterio, que afecta, por ejemplo, a la creación de una sección nueva para la música y el arte sagrados al servicio de la liturgia".


"Otro aspecto de esta misma reestructuración se refiere a la transferencia a otro organismo de la Santa Sede del 'oficio matrimonial' para el caso del matrimonio roto y no consumado'; ya pasó, hace años, a Clero, la dispensa de las obligaciones sacerdotales".



Sin embargo, negó que el dicasterio ya no se vaya a ocupar de los sacramentos. Dijo que no puede desaparecer de la competencia de la Congregación el aspecto de la "disciplina". "Liturgia y sacramentos van unidos, son una misma cosa, y, además, la disciplina pertenece a la misma entraña de los sacramentos y de la liturgia", explicó.



El Cardenal afirmó que "hay normas que cumplir, un derecho que acatar -el de Dios- y también abusos que corregir. Por eso, en modo alguno desaparece de la Congregación la 'disciplina de los sacramentos'; al contrario, quedará reforzada".




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