El papa Benedicto XVI ha nombrado al actual nuncio apostólico en Italia y en San Marino, el arzobispo Giuseppe Bertello, nuevo presidente del "Governatorato" del Estado de la Ciudad del Vaticano, informó hoy la sala de prensa de la Santa Sede.
El italiano Bertello sustituirá al cardenal Giovanni Lajolo, que presentó su renuncia, aunque permanecerá en el cargo hasta el próximo 1 de octubre a petición del pontífice.
El "Governatorato" es el gobierno que se encarga de la gestión del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Vaticano precisó que Benedicto XVI aceptó la renuncia de Lajolo teniendo en cuenta el canon 354 del Código de Derecho Canónico.
El canon establece: "A los padres cardenales que están al frente de dicasterios u otros institutos permanentes de la curia romana y de la Ciudad del Vaticano se les ruega que al cumplir los 75 años de edad presenten la renuncia de su oficio al romano pontífice, el cual proveerá, teniendo en cuenta todas las circunstancias".
Asimismo, el papa nombró secretario general del "Governatorato" del Estado de la Ciudad del Vaticano a Giuseppe Sciacca, hasta ahora prelado auditor del Tribunal de la Rota Romana, cargo que ocupaba desde el 25 de marzo de 1999.
Sciacca nació en la localidad siciliana de Catania el 23 de febrero de 1955, y fue ordenado sacerdote el 7 de octubre de 1978. Se licenció en derecho canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, en Roma, y en filosofía en la Universidad de Catania.
La Ciudad del Vaticano, rodeada por una muralla medieval, es con 44 hectáreas de extensión y unos 900 ciudadanos el estado soberano más pequeño del mundo. Su máximo mandatario es el papa, que es además obispo de Roma.
El Vaticano nació como Estado tras los acuerdos de Letrán, firmados el 11 de febrero de 1929, con los que se ponía fin a las diferencias entre el Estado italiano y el papa, tras la desaparición de los Estados Pontificios y el nacimiento del Estado italiano.
Tiene una organización económica, política y militar, al servicio de sus ciudadanos y cuenta, entre otros, con el ejército más reducido del mundo, la denominada Guardia Suiza, además de un servicio de correos y telégrafos y una terminal de ferrocarril, así como con un cuerpo diplomático, con nunciaturas en todo el mundo.
La Santa Sede cerró 2010 con unos beneficios por valor de 9,8 millones de euros y el Estado de la Ciudad del Vaticano con un resultado positivo por valor de 21 millones de euros, según los datos presentados en julio de 2011.
El "Governatorato" es el gobierno que se encarga de la gestión del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Vaticano precisó que Benedicto XVI aceptó la renuncia de Lajolo teniendo en cuenta el canon 354 del Código de Derecho Canónico.
El canon establece: "A los padres cardenales que están al frente de dicasterios u otros institutos permanentes de la curia romana y de la Ciudad del Vaticano se les ruega que al cumplir los 75 años de edad presenten la renuncia de su oficio al romano pontífice, el cual proveerá, teniendo en cuenta todas las circunstancias".
Asimismo, el papa nombró secretario general del "Governatorato" del Estado de la Ciudad del Vaticano a Giuseppe Sciacca, hasta ahora prelado auditor del Tribunal de la Rota Romana, cargo que ocupaba desde el 25 de marzo de 1999.
Sciacca nació en la localidad siciliana de Catania el 23 de febrero de 1955, y fue ordenado sacerdote el 7 de octubre de 1978. Se licenció en derecho canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, en Roma, y en filosofía en la Universidad de Catania.
La Ciudad del Vaticano, rodeada por una muralla medieval, es con 44 hectáreas de extensión y unos 900 ciudadanos el estado soberano más pequeño del mundo. Su máximo mandatario es el papa, que es además obispo de Roma.
El Vaticano nació como Estado tras los acuerdos de Letrán, firmados el 11 de febrero de 1929, con los que se ponía fin a las diferencias entre el Estado italiano y el papa, tras la desaparición de los Estados Pontificios y el nacimiento del Estado italiano.
Tiene una organización económica, política y militar, al servicio de sus ciudadanos y cuenta, entre otros, con el ejército más reducido del mundo, la denominada Guardia Suiza, además de un servicio de correos y telégrafos y una terminal de ferrocarril, así como con un cuerpo diplomático, con nunciaturas en todo el mundo.
La Santa Sede cerró 2010 con unos beneficios por valor de 9,8 millones de euros y el Estado de la Ciudad del Vaticano con un resultado positivo por valor de 21 millones de euros, según los datos presentados en julio de 2011.
La Razón
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