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lunes, 17 de octubre de 2011

AUTORIZACIÓN PONTIFICIA AL INSTITUTO CRISTÍFERO












Aprobación vaticana de una nueva familia espiritual


El Instituto Cristífero, con sede en la ciudad argentina de Azul, cuyos fundadores son Beatriz Abadía y monseñor Miguel Esteban Hesayne, ha acogido y compartido con alegría la probación pontificia de esta familia espiritual nacida en el país americano. 


En una breve nota enviada a ZENIT, el Instituto Cristífero  expresa que desea “compartir con profunda alegría la noticia recibida desde la Santa Sede, en la que, por medio de un decreto se ha comunicado la aprobación pontificia del Instituto Secular Cristífero”.


Este instituto, con la previa autorización de la curia romana, había recibido la aprobación de los primeros estatutos, el 16 de diciembre de 1957, de monseñor Manuel Marengo, obispo de Azul, y el 22 de junio de 1964, erigió la Pia Unión Cristífera.


Desde los primeros años, la prioridad del Instituto es –informa la nota- “profundizar en la secularidad consagrada”.


“Las cristíferas son mujeres consagradas viviendo en el mundo, desarrollando cada una su profesión: docentes , amas de casa, estudiantes, bioquímicas, empleadas, etc., en los diferentes ámbitos en los que les toque desarrollar su actividad, siempre como portadoras de Cristo”, explica.


El Congreso de la Congregación para Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de vida apostólica, reunido el 21 de junio de 2011, reconoció al Instituto Secular Cristífero merecedor de ser contado entre los institutos seculares de derecho pontificio.
Lo hizo tras verificar la presencia de todos los requisitos requeridos en similares procedimientos y de un atento examen de la documentación presentada, de los estatutos y directorio del Instituto.


En fecha a confirmar, se hará el anuncio oficial en la ciudad de Azul, con la presencia de las autoridades eclesiásticas correspondientes.


“Somos  mujeres simples, de corazón ardiente, enamoradas de Jesucristo que pretendemos  llevar el amor de Dios a los rincones del mundo que nos toca vivir”, afirma la página web de esta familia religiosa.


“Queremos vivir en una constante y alegre esperanza, en búsqueda de la presencia del Señor Jesús en cada acontecer cotidiano, en las personas, en cada situación, en lo íntimo de nuestro ser”, continúa.


Y añade: “Queremos vivir descubriendo a Dios-Amor, en nuestra vida, manifestándolo a nuestro alrededor para que otros puedan encontrar el amor del Padre por Jesucristo, en el Espíritu Santo”.


“Somos laicas cristianas, comprometidas  a subir la cumbre  del laicado eclesial para ser levadura evangélica en la sociedad a la cual pertenecemos”, subrayan.


“Nuestro modelo de mujer consagrada a Dios para consagrarle la creación entera, es María de la Visitación, que lleva la alegría de Salvación a la Familia de Ain Karem”, destacan.


Monseñor Hesayne fue obispo de Viedma veinte años hasta 1995, cuando renunció por edad.


Desempeñó un papel episcopal intenso durante el régimen dictatorial del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, entre 1976–1983.


Fue uno de los pocos miembros de la jerarquía de la Iglesia católica de Argentina en criticar abiertamente sus abusos y crímenes contra los derechos humanos, tales como el asesinato (enmascarado como un accidente de tráfico) del obispo Enrique Angelelli por una “fuerza de tareas militar”, en 1976.


Tras retirarse del gobierno pastoral, se dedicó a la animación de este instituto secular, cofundado junto a Beatriz Abadía, centrado en la formación integral del laicado.


El obispo argentino es titular de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, y en 2001 recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Río Cuarto. (Por Nieves San Martín)






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