Una manifestación de cristianos coptos derivó en el centro de El Cairo en violentos enfrentamientos con los militares y las fuerzas de seguridad que dejaron al menos 23 muertos, en los peores disturbios que vive el país desde que comenzaron las revueltas el pasado febrero.
Los heridos y víctimas civiles acusaron, en diferentes testimonios obtenidos, a los militares y a los "baltaguiya" (matones) de atacar a las miles de personas que se manifestaban "pacíficamente" frente al edificio de la radiotelevisión por la reciente quema de una iglesia en el sur del país.
En cambio, los medios oficiales aseguraron (aunque matizaron esta versión con el paso de las horas) que fueron los manifestantes los primeros en atacar y disparar a los militares.
Según informaron fuentes de la seguridad, 19 de las víctimas mortales son civiles y las otras cuatro son soldados, mientras que hay al menos dos centenares de heridos.
Para tratar de controlar la situación, las autoridades militares que dirigen el país han decretado el toque de queda desde las 02.00 hora hasta las 07.00 en el centro de El Cairo.
Entrada la noche, todavía se registraban enfrentamientos entre coptos y "baltaguiya" armados con palos y cuchillos en los alrededores del Hospital Copto, según dijo Kamel, un testigo de los hechos.
Pese a ello, el comandante de la policía militar Hamdi Badin aseguró que "la tranquilidad ha vuelto a las calles".
Mientras, el jefe del Gobierno egipcio, Esam Sharaf, que ha convocado un comité de crisis para analizar las repercusiones de lo sucedido, dijo que los disturbios "no son un enfrentamiento entre musulmanes y cristianos, sino tentativas de sembrar el caos y la discordia".
Los enfrentamientos se desencadenaron en la céntrica zona de Maspero, frente a la sede de la televisión egipcia, adonde llegaron miles de coptos que protestaban por los recientes ataques contra su comunidad y por la quema de una iglesia en Edfu, en el sur de Egipto.
En el Hospital Copto, donde fueron ingresados la mayoría de los civiles, los heridos afirmaron que el ejército atacó a los manifestantes "pacíficos", y uno de los médicos, Kyrolos Noah, dijo que gran parte de los heridos presentan traumatismos y contusiones.
Muchos de ellos, señaló el doctor, aseguraron haber sido atropellados por motocicletas conducidas por los "baltaguiya".
El copto Mithaq Tishad, de 39 años, explicó desde la habitación en la que reposaba junto a un herido de bala que un tanque le pasó por encima de la pierna y se la destrozó.
"Mi hermano y yo estábamos en Maspero en una manifestación pacífica. No hemos hecho nada, simplemente llevábamos cruces. Empezaron a llegar los tanques, la gente empezó a correr, pero yo me caí, y un tanque me pasó por encima de la pierna", relató.
También se encontraba en el Hospital Copto la joven Fifian Magdi, quien aseguró que su prometido, Maikel Musaid, de 25 años y presidente de la organización "Apoyo al Liberalismo y al Desarrollo Social", murió por una hemorragia en el pulmón al ser arrollado por un vehículo militar.
"Estábamos juntos participando en la manifestación, cuando fue atropellado por un vehículo blindado del ejército y murió en el coche mientras lo trasladábamos al hospital", dijo Magdi entre sollozos.
Tanquetas y carros del ejército se han desplegado en el centro de la capital para tratar de contener los disturbios, los más graves que vive Egipto desde la revolución que acabó con el régimen de Hosni Mubarak, el pasado 11 de febrero.
La minoría copta, que representa el diez por ciento de la población egipcia, ha mostrado últimamente su inquietud por la fuerza que han tomado en el Egipto pos Mubarak los grupos islamistas y conservadores.
Los disturbios tienen lugar un mes y medio antes de las elecciones legislativas que está previsto que se celebren en varias fases a partir del próximo 28 de noviembre, los primeros comicios democráticos en la historia del país árabe.
EFE
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